Cuidado de tus joyas
Las piezas en plata pueden cambiar ligeramente de color con el tiempo. Este proceso es natural y puede acelerarse por la exposición al aire, la humedad o ciertos productos químicos.
Para mantener el brillo de tu joya, límpiala suavemente con un paño para pulir plata después de usarla. Evita el contacto con perfumes, cremas o agua salada, ya que pueden afectar tanto el metal como las piedras naturales.
Guárdalas siempre en un lugar seco, preferiblemente dentro de una bolsa o caja individual, para evitar la fricción con otras piezas.
Las piedras naturales son únicas y delicadas; evita golpes o caídas que puedan dañarlas. En especial, los ópalos son muy sensibles al agua y al calor, por lo que es importante mantenerlos alejados de ambos para conservar su brillo y estructura.